El boleto de Michael Keaton a la fama global fue, sin duda, el fantasma bioexorcista Beetlejuice, en la exitosa comedia de terror sobrenatural de Tim Burton. Curioso, dado que el actor tiene poco más de 17 minutos totales en pantalla. Eso es dejar una impresión.
Casi cuatro décadas después, Michael Keaton regresa al mundo que hizo de él y Jenna Ortega. En Beetlejuice Beetlejuice, Keaton interpreta al bioexorcista como si no hubiera pasado ni un día desde que él y Burton lo inmortalizaron en pantalla.
El cine de superhéroes no sería lo que es hoy sin las Flash, estrenada en 2023).
Keaton se mantuvo activo durante los 90 y los 2000 con papeles de mediano éxito que fueron erosionando su presencia pública. Por ello, su resurgimiento resulta por demás irónico: en Birdman, del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, interpreta a un actor que obtuvo su fama en el rol de un superhéroe, pero que ahora está obsesionado con montar una obra de prestigio, un intento desesperado por salvar una carrera venida a menos y recuperar su credibilidad. En el mundo real, funcionó: Keaton ganó el Globo de Oro, fue nominado al Oscar y ha mantenido una carrera dramática estable desde entonces.
A pesar de que En primera plana (Spotlight) cuenta con un elenco coral con nombres como Mark Ruffalo y Rachel McAdams, Michael Keaton no sólo consigue destacarse, sino honrar la compleja y dura temática de la película. Aquí, interpreta al editor de la unidad Spotlight del periódico The Boston Globe, periodistas de investigación que destapan el caso de abuso infantil sistemático encubierto por la Iglesia Católica de Boston, perpetrado durante décadas.